Su característico sabor se logra por una técnica utilizada en la elaboración que consiste en un batido suave y un desuerado y lavado de la masa, y con el valor agregado de que no se prensa el queso, solo se hace de forma natural, por gravedad.
Su proceso de curado dura entre 2 y 3 meses, proceso durante el cual se reduce considerablemente el contenido acuoso del queso y se concentran todo tipo de nutrientes. posee más calcio y potasio, así como mayores proporciones de vitamina D que los quesos frescos y tiernos. Adobado con vino tinto que le aporta un color y sabor exquisito al queso.
Pieza de 900 gramos a 1 kilo. Sellada al vacío.* (el peso del queso a medida que va madurando va perdiendo gramaje al irse concentrando y perdiendo humedad.