Reta es el sobrenombre de Marcelo Retamal, el ex enólogo de viña De Martino, pero también el nombre de su más reciente proyecto enológico, uno más personal, que recoge algunos de los mejores terruños y viñedos de Chile. Hablamos de Romelio, Quebrada Seca y Quebrada de Chalinga, un Malbec de viejos viñedos, un Chardonnay y un Pinot Noir, respectivamente.
Chardonnay de Quebrada Seca, esa pequeña apelación que forma parte del Valle del Limarí y que estuvo a punto de desaparecer por efectos de la sequía. El viñedo fue plantado en 1993 sobre suelos arcillo calcáreos y durante la vinificación se usó el racimo completo y solo levaduras nativas. Desde la primera copa el vino se siente voluminoso, elegante y balanceado. En la nariz casi no hay aromas a frutas. Es más bien salina, mineral y algo herbácea.
Presenta un color amarillo verdoso. Presenta un equilibrio entre frescor, mineralidad y fineza, dando carácter y sentido de origen al vino; y, por otro lado, obteniendo una boca que llama la atención por su peso y profundidad, así como también por su tensión, acidez, y un final que puede ser percibido como incluso salado.
Quebrada Seca es el primer viñedo plantado de Chardonnay en la zona de Limarí, y ya tiene casi 30 años. Se ubica, a 25 km del Océano Pacifico. El clima se caracteriza por ser Mediterráneo semi-árido, con una pluviometria, extremadamente baja, concentrada en los meses invernales (50 a 100 mm).
Durante la temporada de crecimiento y madurez se puede observar la presencia del anticiclón del Pacífico (ciclón de altas temperaturas) que al juntarse con la corriente de Humboldt del Pacífico genera un aumento en el punto de rocío dando por resultado neblinas (camanchaca), que gracias a la presencia de valles transversales y los vientos costeros, acceden al interior del Limarí, en Quebrada Seca. Esta neblina otorga frescor en los días estivales, permitiendo una suave y lenta maduración de las bayas en espera de la vendimia, lo que ayuda a mantener la acidez natural de estas, dando por resultado bayas más equilibradas en su relación azúcar/acidez y además permitiendo en forma natural un control de enfermedades fungosas producto de la buena ventilación de los racimos.
Geológicamente hablando, este viñedo está plantado sobre la cuarta terraza aluvial del Río Limarí. La alta presencia de rocas da un fuerte drenaje, solo siendo detenido por la arcilla y el carbonato de calcio presente en el suelo. Esto da origen a los suelos Arcillo Calcáreos del viñedo, que junto con la brisa costera fría dan la expresión de este terroir.
La cosecha se realizó el 22 de febrero y se hace un prensado directo con racimo completo. Hay una decantación corta post prensado y el mosto va a fermentar en barricas de 228 litros de Borgoña de 3er y 4to uso. Levaduras nativas fermentan el mosto.
Guarda: Este vino es guardado en barricas de 228 lts. de Borgoña, por un periodo de 24 meses.
Reconocimientos:
DESCORCHADOS 2022
97 PUNTOS, Mejores blancos de Chile 2022