¿Vinos en barricas de madera o concreto? ¿Cuál es mejor?

¿Vinos en barricas de madera o concreto? ¿Cuál es mejor?

Los vinos son una bebida preciada y deben tratarse con cuidado durante el proceso de elaboración. La elección del material para almacenarlos es importante, ya que cada uno ofrece ciertas ventajas. La madera y el concreto son dos de los materiales más utilizados para este propósito actualmente

Descripción

¿Vinos en barricas de madera o concreto? ¿Cuál es mejor?

Los vinos son una bebida preciada y deben tratarse con cuidado durante el proceso de elaboración. La elección del material para almacenarlos es importante, ya que cada uno ofrece ciertas ventajas. La madera y el concreto son dos de los materiales más utilizados para este propósito actualmente.

¿Qué es un vino de guarda?

Un vino se considera de guarda cuando tiene unas características adecuadas que permiten hacer que madure en botella. Normalmente, se realiza con determinados vinos tintos que evolucionan y mejoran con el paso de tiempo en botella.

Un vino de guarda es un vino que se produce para envejecer. Esto significa que, a diferencia de los vinos de mesa, los vinos de guarda tienen un mayor potencial para mejorar con el tiempo. Los vinos de guarda son generalmente más caros y se deben almacenar en condiciones controladas antes de ser consumidos.

Si bien muchos vinos pueden envejecer, no todos los vinos son adecuados para el almacenamiento a largo plazo. Los mejores vinos de guarda son aquellos que tienen un buen balance entre acidez, taninos y alcohol.

¿Para qué sirve la guarda en un vino?

Proteger al vino de su entorno, evitar que entre en contacto directo con el oxígeno y que no se convierta en vinagre. También incidirá en sus sabores, texturas, aromas y color, ya que con el tiempo el vino irá madurando e integrando balanceadamente.

¿Por qué almacenar vinos en madera o concreto?

Madera y concreto son dos materiales que se utilizan a menudo para almacenar vinos. Esto se debe a que ambos materiales pueden mantener una temperatura constante, lo que es ideal para el almacenamiento de vinos. Además, la madera y el concreto también protegen los vinos de la luz, lo que puede dañar el sabor del vino.

¿Cuáles son las ventajas de cada opción?

barricas de Hormigón o Concreto

El uso de recipientes ovalados aparecieron en Georgia hace 8.000 años, donde aún utilizan las ánforas llamadas qvevri.  Hace 3.000 años los griegos y romanos también utilizaban tinajas de greda para su almacenaje. Es la manera ancestral de transportar, fermentar y almacenar el vino. Por eso la enología moderna quiso imitarlas creando en 2001 los fermentadores en forma de huevo, más conocidos como huevos de concreto u hormigón.

barricas de greda o barro

Son sin duda el contenedor más antiguo en el que se vinifica. De hecho, su llegada a América fue junto con la colonización española. En Chile, en un comienzo se utilizaron para guardar vino y se mantenían bajo tierra para conservarlo a bajas temperaturas.

¿Qué aporta la crianza en greda o concreto al vino?

  • Gracias a su material poroso, el vino se ve expuesto a bajos niveles de aireación. Su forma circular y sin esquinas provoca que el vino esté en constante movimiento creando una especie de remolino que ni las barricas ni los estanques de acero podrían lograr debido a su forma.

  • Logra un vino más homogéneo que fermenta en contacto con sus lías, ganando nuevos sabores y texturas. Con este método, los vinos no necesitan refrigeración artificial manteniendo la misma temperatura en todos los puntos del contenedor.

  • Tienen una mejor sensación en boca. Y en nariz es común encontrar un leve aporte de notas terrosas.

  • A diferencia de las barricas de roble, el huevo de hormigón no añade sabores al vino, presentando su sabor original. Esto se produce por la porosidad de las paredes de este contenedor, permitiendo la oxigenación propia de los taninos.

  • Otro aspecto relevante es el efecto de suspensión permanente de las lías; igual a que se estuviera realizando un batonage continuo. Esto se traduce en un vino con volumen y cremosidad.

Barricas de madera (Generalmente de Roble)

La razón de su elección tiene que ver, principalmente, con su poro más estrecho, ya que es esta característica la que le confiere suavidad al resultado final. Sin embargo, al no ser todos los robles iguales, la edad del árbol, su ritmo de crecimiento e incluso su situación geográfica, serán vitales para definir si sirve o no.

Entre las variedades utilizadas, destaca el roble francés, el cual aportará distintos matices en función de la región donde crezca. Así, por ejemplo, los robles de berry son muy requeridos para la crianza de vinos tintos, entregando una madera de grano cerrado, debido a su lento crecimiento en primavera, aportando al vino aromas suaves y refinados. Los de limousin, en tanto, suelen crecer más rápido, dando como resultado una madera más tosca y aromas más fuertes. Otra variedad, muy utilizada, es el roble americano, especie que aporta un mayor aroma a madera, con matices dulces de vainilla y especias.

¿Qué aporta la crianza en madera al vino?

  • La crianza les aporta además una complejidad aromática, ya que suma a los aromas originales del vino joven, las de la madera empleada y las del tostado al que se somete para fabricar las barricas.

  • Permite un óptimo envejecimiento del vino.

  • Incrementa la calidad aromática y sensorial por complejidad con los compuestos fragantes de la madera.

  • Aumenta la estructura del vino (sobre todo en los tintos).

  • Aumenta el volumen del vino en boca.

  • La barrica cede al vino bastantes compuestos volátiles: Oak Lactona, aromas que recuerdan a coco (roble americano); Eugenol, que huele a especias (clavo de olor), y Vainillina, con olor a vainilla (roble francés).

  • La formación de complejos taninos-antocianos modifica y estabiliza el color de los vinos tintos y cabe destacar que la condensación de los taninos induce una disminución de su astringencia. En definitiva, el vino perdura más en el tiempo.

  • La oxidación moderada permitida por la permeabilidad de la madera que reduce el contenido del CO2 permite la evolución de los compuestos fenólicos y la formación de los aromas. Así, surgen aromas terciarios (propios de la barrica de roble).

¿Cuál es la mejor opción para ti?

Va a depender de tus gustos. Si te gustan o quieres probar un vino que tenga un sabor  original y sin sabores añadidos, los vinos con crianza en huevos de greda o concreto es tu opción.

Si, en cambio, si te gustan o quieres probar un vino que tenga una complejidad aromática, ya que suma a los aromas originales del vino joven, las de la madera empleada y las del tostado al que se somete para fabricar las barricas. Incrementando la calidad aromática y sensorial por complejidad con los compuestos fragantes de la madera.

Ahora que ya sabes las diferencias y ventajas de los tipos de recipientes y como estos influyen en el resultado final del vino. Te sugerimos los siguientes vinos seleccionados para regalar o simplemente regalarte a ti mismo.

Vinos con crianza en barricas de Hormigón o Greda

1

Alcohuaz Tococo Syrah

 $27.990

Alcohuaz Grus Ensamblaje

 $24.490

3

Alcohuaz Rhu Ensamblaje 2018

 $47.990

Vinos con crianza en barricas de madera

1

Reta Quebrada Seca- Chardonnay

 $38.290

2

Reta Romelio Premium Blend Malbec

 $65.900

3

Ocho Tierras Reserva Especial

$19.990