¿Qué son las lágrimas del vino?
¿Qué son las lágrimas del vino? El secreto en tu copa que revela más de lo que imaginas
Cuando mueves una copa de vino y ves que en las paredes del cristal quedan unas finas gotas que descienden lentamente, estás observando lo que enología llama lágrimas del vino. Otros las llaman patas, piernas o incluso ventanas de la iglesia. Más allá de su poético nombre, esas marcas esconden una historia fascinante que combina ciencia, tradición y terroir.
¿Por qué se forman las lágrimas del vino?
La explicación está en la física: el efecto Marangoni.
Cuando agitas el vino, el alcohol comienza a evaporarse más rápido que el agua. Esta diferencia crea una tensión superficial que arrastra el líquido hacia arriba en las paredes de la copa. Las gotas se acumulan y, al no poder sostenerse, caen lentamente formando esas lágrimas.
La intensidad del fenómeno depende de varios factores:
El grado alcohólico del vino (más alcohol, más lágrimas).
La temperatura ambiente (el calor acelera la evaporación).
La forma y limpieza de la copa.
La viscosidad y densidad del vino.
En otras palabras: no es magia, es física… aunque para los amantes del vino, sigue siendo un espectáculo.
¿Qué nos dicen las lágrimas sobre el vino?
Uno de los mitos más extendidos es que muchas lágrimas significan automáticamente mejor calidad. La realidad es distinta:
Lágrimas abundantes y densas suelen indicar un vino con alto grado alcohólico o con más extracto seco.
Lágrimas más finas y rápidas reflejan vinos ligeros y frescos.
No obstante, no son un “medidor absoluto” de calidad. Un vino joven del Valle del Limarí puede tener lágrimas más discretas, pero ser sorprendentemente vibrante en boca gracias a su acidez mineral única.
La poesía de las lágrimas en los vinos del Elqui y Limarí
En elquivinos.cl nos dedicamos a mostrar lo que hace único al vino chileno de Coquimbo. Los valles del Elqui y Limarí ofrecen un terroir imposible de replicar en otro lugar del mundo:
El Elqui, con sus cielos diáfanos y suelos minerales, da vinos con carácter, nervio y una luminosidad que incluso se percibe en su copa.
El Limarí, con su influencia costera y suelos calcáreos, entrega vinos con frescura vibrante y una mineralidad casi salina.
Cuando sirvo un Syrah del Elqui o un Chardonnay del Limarí y veo cómo las lágrimas se forman y resbalan por la copa, siento que esas gotas cuentan la historia de nuestro desierto, del clima extremo y de la fuerza de un territorio único.
¿Cómo observar correctamente las lágrimas del vino?
Si quieres descubrir este detalle en tu próxima copa, sigue estos pasos:
1. Sirve el vino en una copa limpia y transparente.
2. Agítalo suavemente en círculos, permitiendo que se impregnen las paredes.
3. Espera unos segundos y observa cómo descienden las gotas.
4. Interpreta el espectáculo: si son densas y lentas, probablemente estás ante un vino más estructurado; si son finas y veloces, se trata de un vino fresco y ligero.
La clave está en relacionar lo que ves con lo que luego sentirás en boca: cuerpo, alcohol, textura.
Desmintiendo mitos sobre las lágrimas del vino
No garantizan calidad: indican alcohol y densidad, pero no si el vino es “mejor” o “peor”.
No revelan la edad exacta: un vino viejo puede no tener lágrimas marcadas.
Sí son un guiño a la estructura: ayudan a intuir la sensación que tendrás en boca.
El verdadero secreto no está solo en las lágrimas, sino en la historia que cada vino encierra y que se descubre con cada sorbo.
Lágrimas, ciencia y terroir en tu copa
Las lágrimas del vino son ciencia pura, pero también son poesía. Son la huella visual de un proceso físico, pero también un símbolo del viaje sensorial que nos ofrece cada copa.
En los vinos del Valle del Elqui y Limarí, estas lágrimas se convierten en testigos de un terroir irrepetible: vinos forjados entre desierto y océano, con la fuerza del sol del norte de Chile y la frescura de la corriente de Humboldt.
Así, cada lágrima que ves deslizarse en tu copa no es solo alcohol evaporándose: es un reflejo de la tierra, del clima y de la pasión con la que se cultivan estos vinos únicos.
Conclusión
Las lágrimas del vino no son un medidor infalible de calidad, pero sí una ventana a la personalidad de cada vino. Te invitan a observar, a reflexionar y a anticipar lo que sentirás en boca.
Y cuando esas lágrimas pertenecen a un vino del Elqui o Limarí, lo que ves en tu copa es mucho más que física: es la expresión viva de un terroir chileno inigualable.
Si quieres comprobarlo, no tienes que ir más lejos: en elquivinos.cl encontrarás la mejor selección de vinos de los valles de Coquimbo, para que la próxima vez que veas lágrimas en tu copa, sepas que cada gota cuenta una historia que solo Chile puede ofrecer.